Desde hace ya unos años, pasar unos días en los mercadillos de adviento Centro Europeos es una de las cosas que mas me gustan.
Se vive la navidad de una forma totalmente diferente, a la que estamos acostumbrados en España.
Y es que los olores a especias, y el vino caliente, que puedes degustar en ellos, evocan a la navidad, que recordamos de niños.
Este año el destino a sido Budapest, ya que el enlace desde la ciudad en la que vivo, era el mas sencillo.
Aunque no es la primera vez que visito la ciudad, por estas fechas se ve totalmente diferente. Yo diría que me gusto mas que la primera vez.
Y aunque soy una enamorada de los mercadillos de navidad, también hay tiempo para hacer un poco de turismo, y subir hasta Buda para divisar el danubio y el puente de las cadenas, un emblema de la ciudad.
Si os gusta la historia, de el imperio Austro-Hungaro, podéis adentraros en el castilo de Buda, residencia oficial de los Habsburgo.
Después de varios días sin parar, siempre hay lugar para un poco de relax, y aunque haga frió o calor, las aguas termales de la ciudad son la mejor opción, te dejan como nuevo.
Ahora queda esperar a las proximas navidades, para poder volver a disfrutar de unas blancas navidades.
Espero que os haya gustado esta nueva entrada de el blog.
Feliz Navidad a todos.
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